El factor Churchill by Boris Johnson

autor:Boris Johnson [Johnson, Boris]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Crónica, Historia
editor: ePubLibre
publicado: 2013-12-31T16:00:00+00:00

* * *

AHORA ES EL momento adecuado para analizar con más detalle la serie de desastres espeluznantes que tradicionalmente van marcando los hitos de su carrera anterior a 1940. Hemos de tener en cuenta la interacción entre Churchill y estos elementos: hasta qué punto tuvo él la culpa y, también, hasta qué punto fueron verdaderos desastres. Empecemos por:

La pifia de Amberes

HAY VECES EN que la posteridad en más generosa que los contemporáneos. En octubre de 1914 el ejército alemán estaba zampándose los Países Bajos. Churchill se impuso el deber de controlar personalmente la defensa de Amberes —un puerto de tanta importancia estratégica que Napoleón lo llamó una vez «pistola que apunta al corazón de Inglaterra»—. Luego, los medios fueron devastadores. El Morning Post dijo que había sido «un fallo muy costoso, del que hay que hacer responsable al señor Churchill». El Daily Mail dijo que era «un burdo ejemplo de mala administración, que ha costado vidas muy valiosas[368]»). Sus compañeros de gabinete pensaron que el primer lord del Almirantazgo se había vuelto loco, saliendo disparado hacia Amberes, exhibiéndose por ahí con una capa y una gorra de capitán de yate, mientras los alemanes le lanzaban bombas encima.

En un momento determinado quiso dimitir del gabinete y asumir el mando militar. Le dijo a Asquith que quería ser el general Churchill —posibilidad que, según cuenta el propio Asquith, hizo que los restantes miembros del gobierno se desternillaran de risa.

Al final, Amberes se rindió y miles de soldados británicos cayeron prisioneros; Churchill se las piró a Londres, donde fue acogido con mucha frialdad por Clementine —se había perdido el nacimiento de Sarah, tercera de sus hijos—. Pero ¿era tan demencial la idea?

Recuerde el lector lo que estaba ocurriendo en el otoño de 1914. Los alemanes se dirigían a toda marcha hacia los puertos del Canal. Perder Ostende y Dunkerque habría sido desastroso, porque habría dificultado el refuerzo de las tropas acuarteladas en Flandes. El objetivo de la misión Amberes era convencer a los belgas de que aguantaran unos diez días más —para obtener un respiro y proteger los demás puertos.

Dada la situación, Churchill logró aguantar seis días. Pero no fue suficiente. Los demás puertos se salvaron. Así que puntuemos el fracaso de Amberes de 1 a 10. Yo diría que su FACTOR FIASCO no pasó de 2, porque en realidad fue un éxito; y tuvo un FACTOR CHURCHILL de 9 sobre 10, porque resulta casi imposible imaginar que los belgas hubieran aguantado sin su presencia allí.

Siempre ha sido más difícil defender el caso de:

descargar

Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.